Los productos químicos inorgánicos son esenciales en la fabricación de fertilizantes, vitales para la agricultura, y en la producción de materiales de construcción como el cemento y el vidrio. Los productos químicos inorgánicos también son componentes clave en el tratamiento del agua, ya que ayudan a purificar el agua potable. Además, se utilizan en la producción de metales, cerámica y electrónica.