Los reguladores de la acidez son aditivos alimentarios que se utilizan para alterar y controlar la acidez o alcalinidad de alimentos y bebidas. Sirven para múltiples propósitos, como mejorar los perfiles de sabor, ajustar los niveles de pH para la conservación, mejorar la textura y equilibrar los sabores. Estos aditivos garantizan una calidad y seguridad constantes, al tiempo que satisfacen las preferencias de sabor y frescura de los consumidores en diversos productos alimentarios.